El orgullo de una familia

Sería difícil datar el comienzo de la vinculación de mi familia con el mundo de la viña y del vino. Posiblemente varios siglos han visto a muchos de ellos arando, podando o vendimiando las tierras rojas de Badarán, para obtener el mejor fruto posible de la uva. Una llanura privilegiada para el cultivo de la vid, cercana a San Millán de la Cogolla, en plena Rioja Alta y con unas excepcionales condiciones de terreno, altura y clima, donde nuestras viñas de Tempranillo, Garnacha, Viura y Maturana Tinta nos permiten a la Familia Martínez Alesanco elaborar toda una amplia gama de vinos que sería imposible de obtener en un entorno diferente.
En los antiguos calados que todavía conservamos en la familia, aparece una joven Ángela Martínez Alesanco junto a sus padres Pedro Martínez y Pilar Alesanco, trabajadores incansables de los que heredó su espíritu emprendedor, la perfección y la sabiduría.
Conservamos viñedos de antes de la Filoxera, que arrasó casi la totalidad del viñedo riojano a finales del siglo XIX. En la fotografía aparecen padres y abuelos de Ángela y Pedro Martínez Alesanco. Ángela en el centro sofocando su sed y un jovencísimo Pedro que apenas llega a los camportones de madera.